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Actualizado 21-Febrero-2019

Cultura Tierradentro

El nororiente del departamento del Cauca tiene una topografía de nudos montañosos y profundos cañones; los españoles lo llamaron Tierradentro porque se sentían encerrados entre montañas.

Desde el año 1000 a.C. y a lo largo de los períodos Temprano, Medio, Tardío y Moderno, vivieron allí sociedades de agricultores y ceramistas que labraron cámaras mortuorias, tallaron estatuas de piedra volcánica y trabajaron la orfebrería de forma sorprendente.

En la actualidad este territorio esta habitado por los indígenas paeces, quienes llegaron a la región luego de la Conquista, y no cuentan con ninguna relación de sangre o de herencia cultural con los antiguos habitantes.

Ubicación Geográfica Cultura Tierradentro

La cultura de Tierradentro esta localizada en las sierras y valles que descienden a lado y lado de un sector de la cordillera central, en los municipios de Inzá, San Andrés, Belalcázar y vitonco, en el actual departamento del Cauca.

Cultura Tierradentro

Rasgos Físicos Cultura Tierradentro

Las condiciones de acidez de los suelos y de humedad ambiental hacen que, hasta la presente, haya sido imposible aislar restos óseos para determinar características físicas de los antiguos habitantes. Es también la estatuaria el único indicador de su forma de vestir.

Los hombres usaban cubre sexos escalonados, y tocados formados por dos bandas anchas, superpuestas, que ceñían la parte alta de la cabeza y caían sobre la nuca o sobre la espalda. Se adornaban con collares y pendientes antropomorfos, pulseras en una o ambas muñecas y un adorno circular en el tobillo. En las orejas lucían grandes carreteles incrustados en agujeros abiertos en el lóbulo.

Las mujeres llevaban una cinta sobre la frente, con los extremos colgados en la parte de atrás de la cabeza; se cubrían con una especie de camisa sin mangas, y la falda era corta y lisa. También usaban carreteles en las orejas, además de collares, pendientes y pulseras, que debieron ser de oro.

Los volantes de huso indican que se ejercitaban en el hilado y, consecuentemente, en el tejido, que sin duda hacían de las fibras del algodón y del maguey, que crecen en la región. Es posible que practicaran la pintura facial y corporal aplicada con pinceles o pintaderas de cerámica, puesto que estas últimas se han encontrado en varios sitios.

Vivienda Cultura Tierradentro

La vivienda estaba situada en pequeñas planadas artificiales construidas en las laderas de las montañas, con vista hacia el río o hacia los valles bajos. El poblamiento encontrado hasta ahora es disperso, es decir, cada casa está separada de las demás, lo que se explica por las características de la topografía de la región y también por la conveniencia de tener la vivienda cerca de los campos de cultivo. No se descarta la posibilidad de que existieran poblados.

Los hallazgos de viviendas en varias localidades, como Patucue, Turminá Coscuro, Inzá y San Isidro, evidencian el asentamiento de grupos humanos en la región. Las casas, eran de planta circular u oval, y con piso de tierra, estructura y paredes de madera, caña y techos de paja, tenían, en el centro, un fogón con tres piedras, y en algunas se ha hallado una zanja interna para la conducción de agua, con desagüe al exterior.

Utilizaron barbacoas para lechos y estantes, y en el exterior ubicaron el telar vertical, los semilleros y los postes para sacar el fique. Los fragmentos cerámicos encontrados en el piso relacionan estas viviendas con los enterramientos, de tal manera que cerámica, tumbas y casas forman un conjunto unitario.

Economía Cultura Tierradentro

Empleaban el maíz como alimento; este grano, con la calabaza y el fríjol, fue la base económica de los pueblos precolombinos. Una producción agrícola eficiente permitió la dedicación de un grupo de individuos tareas diferentes de sembrar y cosechar, lo cual trajo la especialización del trabajo. La caza y la pesca proporcionaban la variación en la dieta. Plantas como el maguey y el algodón daban la materia prima para los tejidos, y estos, junto con la cerámica y la sal obtenía de las fuentes subterráneas que manan a orilla del río Ullucos, servían para el intercambio comercial con los pueblos vecinos.

Sociedad y Política Cultura Tierradentro

Un pueblo que construyó monumentos de la calidad y tamaño de las tumbas e hipogeos de Tierradentro tuvo, sin duda, una organización social compleja y estratificada. Posiblemente el clan fue uno de los componentes principales de la organización familiar y social, como lo indica la representación reiterada de animales en la pintura, la talla de piedra y la cerámica.

El poder político lo asumían los sacerdotes. Seres humanos que tienen la serenidad de los soberanos, pero sus adornos son pectorales, pulseras y tocados, y muy pocos llevan armas o escudos.

Las tumbas demuestran también por su número y calidad, que aquel pueblo tuvo una honda preocupación por lo sobrenatural, por el culto a la muerte o a los antepasados, todo lo cual configura un sistema de creencias cuyos principales representantes y mantenedores fueron los sacerdotes.

En la cerámica, los pocos ejemplos de representaciones humanas muestran hombres sentados en bancos, rodeados de lagartijas y serpientes; no llevan armas ni ornamentos, parece que su categoría esta expresada por la relación con esos animales simbólicos. Todo ello induce a pensar que la religión puede considerarse la institución principal de aquella sociedad que tuvo como rasgo característico su pacifismo, lo cual contrasta con la belicosidad de otras culturas, entre ellas la de los indígenas Páez, que les sucedieron.

Ritual Funerario Cultura Tierradentro

El rasgo arqueológico especifico y diferenciador de Tierradentro es el hipogeo o tumbas de entierro secundario. Las investigaciones de los últimos tiempos han permitido diferenciar, en esa cultura, dos etapas del ritual funerario; la del entierro primario e individual en fosos cilíndricos o en tumbas de pozo no muy profundo con una pequeña cámara lateral, acompañado de cerámica domestica, hachas líticas, cuentas de collar, manos y piedras de moler, aislándolo del pozo mediante la colocación de losas que tapaban la entrada de la cámara.

Este primer entierro duraba un tiempo aun no determinado, pasado el cual se sacaban los restos óseos para llevarlos a otro recinto.

Iniciando la segunda etapa, es decir el entierro secundario y colectivo, se ponían los restos dentro de una urna de cerámica sin tapa, para luego colocarlos en otra tumba mas profunda, denominada hipogeo, que presenta escaleras en el pozo y una amplia cámara lateral de planta oval y techo cóncavo. Los hipogeos mayores tienen escaleras de caracol en el pozo, cámara con nichos anexos y dos o tres columnas centrales, así como una decoración interna de pintura geométrica en rojo y negro sobre fondo blanco. La forma de la cámara del hipogeo es similar a la de las construcciones que, en la actualidad sirven como casas ceremoniales.

En el piso de la cámara del hipogeo se colocaban las urnas, cada una con los huesos de un individuo, pero también se abrían agujeros para poner allí los restos óseos de varios individuos. Se aprecia un tratamiento diferente para los muertos, que reflejan una diferenciación social entre los vivos: en las urnas guardarían los restos de los gobernantes, sacerdotes o personajes notables, y en las fosas comunes los de la gente del pueblo.

Las lagartijas como representación de lo masculino y el cien pies como su contraparte femenina aparecen repetidamente como temas decorativos en las urnas funerarias y están acordes con los conceptos duales que caracterizan a las religiones Prehispánicas de toda América.

Las tumbas de Tierradentro son construcciones subterráneas, talladas en la toba o ceniza volcánica endurecida que forma el subsuelo de la región. Entre pozo y cámara se colocaba una losa grande para impedir que, al rellenarlo con tierra, esta entrara a la cámara. A veces la separación no se hacia con losas sino con una valla de troncos o guaduas colocada a manera de puerta. Hasta el presente no se ha rodeado la boca de los hipogeos, a pesar de que se supone que hubo una manera de cubrirlas, mientras se cumplía el trabajo de su construcción y el del ritual funerario.

Fuente:

Culturas Indígenas Colombianas. Autores Rafael Martín Alfonso y José Puentes
Fotos extraidas de Internet