Actualizado 21-Febrero-2019
Leyenda o Mito de La Candileja
La leyenda de la Candileja, es un relato basado en la tradición oral campesina especialmente de los llanos orientales colombianos. La Candileja es representada como una figura ardiente de tres bolas de fuego, con brazos como tentáculos resplandecientes de un rojo candela, que produce un escandaloso ruido a medida que se acerca.
Esta luz persigue a borrachos, infieles y a padres de familia irresponsables y blandengues, aunque también asusta a los viajeros que recorren los caminos solitarios durante la madrugada.
Los abuelos y tatarabuelos, en hogares de familias numerosas, cuentan esta leyenda una y otra vez para escarmiento o como lección moral a sus hijos y nietos.
¿Cuál es la leyenda de la Candileja?
Cuenta la leyenda que hace muchísimos años había una rica anciana que tenía dos nietos a quienes consentía demasiado y les toleraba hasta las más extrañas ocurrencias, groserías y desenfrenos; eran dueños y amos de la casa, y no paraban de brincar durante todo el día destrozando todo.
Sin el más mínimo respeto, los pequeños bribones planeaban acciones que ponían en riesgo la humanidad de la anciana. La hora de la comida era un desastre y así pasaban los días sin que ella pusiera un remedio a la situación.
Las infantiles ocurrencias llegaron hasta exigirle a la viejita que hiciera el papel de caballo de carga para ensillarla y luego montarla entre los dos; la abuela accedió para la felicidad de sus dos nietos, quienes anduvieron por toda la casa como sobre el más manso caballo.
Cuando murió la anciana, San Pedro la recriminó por la falta de rigidez en la educación de sus dos pimpollos y la condenó a purgar sus penas en este mundo entre tres llamaradas de candela que significan: el cuerpo de la anciana y el de los dos nietos.
En su peregrinar acompaña a los jinetes en la noche, sentándose en la grupa del caballo dándoles un terrible susto al jinete y al animal. Y como a casi todos los espantos le fascina amargarle la noche a los borrachos, que caen casi desmayados por el terror.
Con su amor de abuela guía también a los niños perdidos en la noche, para que encuentren el camino hasta su casa.
La candileja se indigna al ver como personas crueles y despiadadas se benefician de la explotación del trabajo de los niños quitándoles su derecho a estudiar y llevar una vida digna, a esas personas los ataca sin piedad haciéndolos caer por el pánico producido.
Así y por siempre vaga la candileja, como un mensaje a las madres y abuelas consentidoras que permiten que los niños abucen de ellas…
Fuente:
Angélica García - Colombia País Maravilloso
Publicado 07-Agosto-2010